Nunca eres demasiado viejo para los tatuajes

Aunque los tabúes que rodean los tatuajes se han disipado a lo largo de los años, la edad a menudo sigue siendo una barrera para aquellos que buscan tatuarse. Conoce a los abuelos que demuestran que nunca eres demasiado viejo para los tatuajes.

Incluso hoy en día, con los tatuajes disfrutando del estado general, los abuelos que se sienten atraídos por esta forma artística de expresión siguen siendo reacios a que les tinten la piel. En el punto crucial de su aprensión están las dudas sobre la "idoneidad" de su piel más vieja. La piel juvenil parece ser el lienzo preferido para los artistas del tatuaje y se alinea con la generalización de que los tatuajes son para la gente más joven y rebelde.

Desacreditar esa percepción es una pareja menos típica de Melbourne, Florida: Charlotte Guttenberg, de 67 años, y su compañero, Charles Helmke, de 75, cada uno de los cuales posee el récord mundial Guinness para la mayoría de las personas mayores tatuadas en sus respectivos géneros.

La pareja que porta el récord ha entintado más del 95 por ciento de sus cuerpos y, mientras que Helmke se hizo su primer tatuaje como un joven en el ejército, sigue siendo una empresa relativamente nueva para Guttenberg.

Se hizo su primer tatuaje, una pequeña mariposa en su pecho, cuando tenía alrededor de 50 años, después de la muerte de su esposo, que siempre había desaprobado los tatuajes en mujeres. Guttenberg, sin embargo, no vio un problema con eso. "En lo que a mí respecta, no fue diferente al maquillaje", dice.

La única diferencia, por supuesto, es la permanencia, que a menudo es lo que la gente encuentra tan desconcertante acerca de los tatuajes en primer lugar.

Jennifer Dekant, una artista del tatuaje con sede en Sarnia, Ontario, ha notado una marcada diferencia en la forma en que sus clientes más viejos se conforman con un tatuaje.

"Me parece que no son tan impulsivos y [por lo general] tienen algo en mente", dice Dekant. "No hay muchas generaciones mayores que se hagan un pequeño tatuaje que querrán tapar más tarde".

Al final, el primer tatuaje de Guttenberg, esa diminuta mariposa pequeña, dejó mucho que desear y demostró la importancia de investigar estudios de tatuajes con anticipación. El diseño de la mariposa había sido manejado por un artista del tatuaje inexperto. "No recomiendo ser tatuado por aficionados", dice ella. "Por lo general, termina en dolor de corazón".

Entonces Guttenberg buscó a alguien con un poco más de experiencia para arreglar su tatuaje. Ella encontró uno: un artista de toda la vida que también tenía experiencia en diseño gráfico.

Durante el proceso de consulta, una pintura de un mono de tatuaje llamó la atención de Guttenberg. Cuando se le preguntó qué quería de su cuerpo, señaló la obra de arte en la pared. " ¡Eso! "Ella dijo dibujando la risa del artista.

Incluso en aquellos primeros días del tatuaje, la idea de cubrir la mayor parte de su cuerpo no era demasiado descabellada: la autora ya no tenía que preocuparse por los tatuajes que pudieran afectar su carrera. "Decidí que estaba más allá de eso, así que bien podría hacer lo que me plazca".

Después de la consulta, el artista del tatuaje transformó su mediocre mariposa unidimensional en una vibrante cola de golondrina. Poco después, el tatuaje se convirtió en otro más cuando decidió que su mariposa cola de golondrina necesitaba algo en que descansar. "Agregué un poco de peonía a la pieza de arte", dice Guttenberg. "Decidí que parecía un poco extraño simplemente sentado allí [solo] en la parte superior de mi pecho".

A partir de ahí, un tatuaje llevó a otro y otro, hasta que, salvo por su cara, consumieron todo el cuerpo de Guttenberg. Pero de los cientos de piezas de arte que componen su mono mural, hay uno que tiene un significado particular: una liga de rosas en su muslo que había firmado en 2006.

En medio de la celebración de la liga, se encontró con el Helmke, que había enviudado recientemente y que pasó por el estudio para visitar a un amigo. Se le pidió que distraiga a Guttenberg mientras se completó la pieza particularmente dolorosa.

"Me senté allí y la cogí de las manos y solo balbuceé", dice. "No podría decirte de lo que hablé, [pero] eso le quitó la cabeza de encima. Más tarde, estábamos saliendo por la puerta, y ella me informó que estaba en una relación, y yo dije: 'Bueno, no estaba buscando una'. Resultó que eso fue una mentira ".

Una vez que comenzaron a salir, "nos turnábamos para tatuarnos, y muy pronto [cada uno] teníamos un mono", dice Helmke, insistiendo en que hay mucha planificación involucrada.

El artista del tatuaje Dekant, que desaconseja el ingreso sin cita previa, dice que el proceso de consulta es clave no solo para diseñar su tatuaje con anticipación, sino también para garantizar que tenga el artista adecuado para sus necesidades.

Para los clientes más antiguos, el artista requiere un toque más ligero ya que la piel más vieja es más susceptible a los "estallidos", que ocurren cuando la tinta se empuja hacia las capas más profundas de la piel, lo que provoca una apariencia manchada.